La muestra está
situada en el marco del antiguo Monasterio de Santa Clara de Moguer. A través de
la via pulchritudinis, los visitantes recorren el itinerario de la fe, a través
de tres secciones: el anuncio de la fe, la celebración de la fe y el testimonio
de la fe.
Dios creador habla
por sus obras (Paisajes de Eugenio Lobo, 1981) y por su palabra (facsímiles del
Beato de Liébana y de la Biblia de San Luis). A la revelación de Dios, el hombre
le responde con la fe: lienzo de Abrahán (1660), esculturas de San José (1760) y
la Virgen María (s. XVI). La fe de los Apóstoles es la respuesta a Cristo
resucitado: San Pedro y San Pablo (1788), y Santo Tomás (tabla de Alejo
Fernández, 1528). Los sucesores de los Apóstoles son los transmisores de la
revelación: los cuatro Padres de la Iglesia y la imagen-relicario de San
Leandro, Patrón de la Diócesis, realizada expresamente para esta exposición por
Martín Lagares. La puerta de la fe es el Bautismo: pie de pila bautismal en
cerámica del s. XV; óleo del Bautismo de Cristo (1688); acetre e hisopo de
estilo rococó. La fe se proclama en el Credo (lienzo de la Trinidad, 1715), y es
garantizada por la Iglesia en su función magisterial y catequética (catecismos
conciliares, y materiales del Secretariado Diocesano de Huelva).
En la segunda sala
se visualiza la celebración de la fe por los sacramentos. Del obispo, ministro
de los sacramentos, se exponen la mitra del Beato Spínola; el báculo de Muniz de
Pablos, 1928. La iniciación cristiana está representada por las ánforas del
Crisma y del óleo de los catecúmenos de la Catedral onubense, de Puigdollers,
1955, y las crismeras renacentistas de Trigueros. La eucaristía, como sacrificio
(cáliz del obispo Infante, 1877), banquete (copón, 1784), y presencia permanente
(ostensorio gótico, h. 1525). Los sacramentos al servicio de la comunidad se ven
reflejados en los ornamentos del orden sacerdotal, y el matrimonio en una
bandeja de las Bodas de Caná. Los sacramentos de curación, penitencia y unción
de enfermos, hallan su expresión en El abrazo del Hijo pródigo (bronce de Teresa
Peña) y el ánfora del óleo infirmorum.
El tercer espacio se
dedica al testimonio de la fe y de la caridad. En el claustrillo mudéjar se
contemplan los mártires y confesores del santoral onubense: Walabonso y María,
de Niebla (851), el Beato Vicente de San José, de Ayamonte (1622); las beatas
Eusebia Palomino (1935) y Carmen Moreno (1936), salesianas de Valverde del
Camino; el Beato Manuel Gómez Contioso, salesiano de Moguer (1936); Santa Ángela
de la Cruz, fundadora de los conventos de Huelva y Ayamonte; el Beato Marcelo
Spínola, tan unido al Monasterio de Moguer con sus Esclavas Concepcionistas; el
Beato Manuel González, antiguo Arcipreste de Huelva, y el “Maestro de niños
pobres”, Manuel Siurot. En la antigua enfermería está la colección permanente de
la pintora Teresa Peña (1935-2002), que tan acertadamente expresa en su obra la
respuesta de fe ante los problemas del hombre de hoy.
Desde su
inauguración el día 16 de febrero hasta la primera quincena de junio de 2013 la
han visitado 3.136 personas. La exposición ha sido diseñada por Manuel J.
Carrasco Terriza, junto con Juan B. Quintero Cartes y Juan M. Moreno Orta. La
visita, guiada por Francisco J. Rodríguez Reyes, depara un agradable recorrido
por este edificio, del siglo XIV, ligado a la historia colombina, en el que se
puede admirar su riqueza monumental, su coro de estilo nazarí, o su iglesia
gótico-mudéjar y sus claustros. Todo, como dice el obispo, Mons. Vilaplana
Blasco, en el prólogo del Catálogo, “para descubrir mejor a Dios, autor de todo
bien, que ha querido revelarnos su misterio de amor y reclama de nosotros la
acogida en la fe”.Fuente: Huelvacofrade.com
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